
Casas vacías
Brenda Navarro
Un niño secuestrado por la distraccion de su madre en un parque que la atormentará para siempre. a. Mientras otra, la que se llevó a Daniel ve cómo su vida da un vuelco inesperado.
Brenda Navarro,  (Ciudad de México, 1982), es una escritora, socióloga y economista mexicana conocida por sus novelas Casas vacías y Ceniza en la boca. Brenda Navarro nació el 26 de febrero de 1982 en la Ciudad de México. Actualmente, vive en Madrid.
Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México en donde estudió sociología y economía. Asimismo, estudió una maestría en Estudios de Género, Mujeres y Ciudadanía en la Universidad de Barcelona. Ha colaborado con diversas ONG, tales como Artículo 19 Capítulo México y Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencia Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es fundadora de #EnjambreLiterario, un proyecto integrado por un grupo de personas buscando abrir espacios de difusión para voces femeninas en Latinoamérica desde 2016 y hasta el 2020. Publicó "Agosto" de Tatiana Maillard, "El libro de Aisha" de Sylvia Aguilar Zéleney, "Brazilian no es una raza", de Wendy Treviño, "Una casa con jardín" de Itzel Guevara Del Ángel. Hoy participa en talleres tales como ¿Mi casa es un campo de batalla? y ¿Escribiremos el mundo o el mundo nos reescribirá? de La Casa Encendidade.
En el 2018, junto a Kaja Negra, una editorial independiente de periodismo, lanzó Casas Vacías, su primera novela. En marzo de 2022 publicó su segunda novela Ceniza en la boca en la editorial Sexto Piso, que resultó finalista de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa.Imagen de fondo: Boston, ciudad en la que vivió Lehane la mayor parte de su vida y donde ambienta la mayoría de sus libros (Ver)
No opinamos sobre lo que leemos
No opinamos sobre los libros que leemos. Porque cada lector crea un libro diferente, lo modula, en ese proceso casi mágico de convertir un montón de palabras en una experiencia personal íntima y profunda, imaginando los escenarios y los personajes, compartiendo sus vivencias y metiéndonos en su piel. Somos testigos mudos.
Sólo en las reuniones de grupo comentamos si nos ha gustado poco o mucho el libro, porque nuestra opinión, publicada, podría llevar a alguien a no leerlo. Y eso sí que sería imperdonable. Mejor léanlo.