
El libro de las ilusiones
Paul Auster
La trilogía de la Ciudad de cristal, que catapultó a Auster, nos cuenta la historia de Daniel Quinn, antaño un escritor de éxito que sobrevive escribiendo novelas de detectives.
Paul Auster,  (New Jersey, 1948), creció en South Orange, Nueva Jersey. Su familia, de ascendencia judía y polaca, se mantenía gracias al trabajo de su padre, un hombre negocios. Esta figura paterna marcaría de un modo ambivalente la vida de Auster. A menudo, en muchas de sus obras lo describe como ese hombre al que aburrían los libros. Era esa persona que siempre se dormía al ver una película y al que su madre intentó abandonar después de la luna de miel.
Ya desde bien niño encontró oxígeno en los libros. El refugio de una biblioteca pública cercana le propició un universo de descubrimientos y un despertar. A los seis años, avanzó un par de cursos porque sus competencias en lectura y escritura eran muy superiores a los de su clase. Llegados los años de universidad, inició sus estudios de literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia, Nueva York. Trabajó como traductor hasta la guerra de Vietnam, cuando se marchó a Francia.
Su primera novela, Jugada de presión, llegó en 1976 y apenas tuvo éxito editorial. No obstante, no se rindió. En 1981, cuando se casó con otra escritora, Siri Hustvedt, comenzó una época de gran creación que daría el mayor de los frutos: la trilogía de la Ciudad de cristal. El éxito fue rotundo y el nombre de Paul Auster empezó a brillar con luz propia entre el mercado editorial.
Auster, que además de escritor, también es guionista y director de cine, se ha convertido sin duda en uno de los más grandes autores norteamericanos contemporáneos.
Imagen de fondo: Hector Mann, uno de los últimos cómicos del cine mudo, levantará de nuevo la ilusión de David Zimmer por la escritura (Ver)